Es la más tradicional de cuantas se celebran. Comienza oficialmente a las 24.00 h, momento en que se recoge la Procesión del Silencio.
El centro de la ciudad, en especial El Rabal, se ve invadido por una muchedumbre de impacientes tamborileros (se cifra en torno a los 25.000) que, en peñas, grupos o de manera individual, no dejarán de redoblar (excepción hecha de la degustación del típico mojete en la madrugada), hasta la recogida de la Procesión del Calvario, ya en la tarde del día siguiente (Viernes Santo).